Crece la polémica en la ciudad de Ushuaia ante la instalación por parte de organizaciones proteccionistas y de vecinos solidarios, de comederos para perros callejeros, ya que los mismos atraen, no solo aves, sino también roedores que, junto a los canes, han hecho de las inmediaciones de los lugares donde funcionan, su territorio, causando los primeros infecciones y los segundos ataques en la población.

Adrián Schiavini, biólogo e investigador del CADIC y el CONICET, valoró la política como “bien intencionada”, pero alertó que los más de 30 comederos que hay en la capital fueguina, “daña a los perros y al resto de la fauna nativa, exótica como las ratas; a la salud humana y a la seguridad de las personas que caminan por la calle”.

“Los comederos provocan la proliferación de roedores y la transmisión de enfermedades”, asevera el profesional y finalizó explicando que “el alimento está disponible para todo el mundo animal, por lo que las ratas y las gaviotas australes también la consumen, haciendo del comedero un foco de enfermedades y parásitos”.